lunes, 30 de enero de 2017

Transgénicos en la alimentación: ¿una mala combinación?

  Por Adrián Merino Salomón

Los transgénicos, también conocidos como organismos modificados genéticamente (OMGs),  tienen una malísima fama en el ámbito de la alimentación. Pero, ¿realmente sabemos qué es un alimento transgénico?

 (Imagen tomada de shutterstock.com)

Un transgénico es un organismo que posee un gen exógeno, normalmente procedente de otro organismo diferente, que ha sido introducido medianteingeniería genética. Esto le proporciona una característica nueva, una mejora, que puede ser aprovechada para obtener un mayor beneficio a la hora de utilizar ese organismo, ya sea vegetal, animal o bacteriano. En el ámbito de la alimentación existen varios ejemplos, como la soja resistente a glifosato, un herbicida que evita el crecimiento de las malas hierbas, o el salmón transgénico, con un mayor rendimiento por su crecimiento rápido. Puede pensarse que el gen exógeno introducido es perjudicial para nuestra salud al consumirlo, pero realmente este gen es idéntico a otro cualquiera del animal o planta, por lo que el propio gen no nos puede producir ningún efecto.
La modificación de los genes en las especies no es algo nuevo. La gran mayoría de los alimentos que consumimos son diferentes a cómo eran originalmente, ya que han sufrido un proceso de evolución y modificación genética durante generaciones, controlada tanto por la naturaleza como por la selección por las poblaciones humanas mediante la agricultura y la ganadería. Existen muchos casos en nuestra alimentación. Por ejemplo, el repollo actual ha sido generado a partir de una mutación espontanea al azar hace unos 5.000 años, que provocó un mayor crecimiento de la yema floral en un ejemplar determinado y éste empezó a cultivarse. Otro ejemplo es el trigo actual, desarrollado mediante cruces sexuales entre variantes de trigo salvaje hasta obtener una variedad interesante generada por diferentes mutaciones. 
Como podemos ver, los cambios genéticos no son algo novedoso y la introducción de un gen exógeno es únicamente otra técnica de modificación perfeccionada, que permite acelerar el proceso proveyendo ventajas como mayor selectividad, seguridad y precisión. Además, permite la utilización de genes de otras especies, dotando a los organismos de características nuevas y beneficiosas.

Actualmente existen algunos transgénicos que se están utilizando y podrían proporcionar grandes ventajas tanto al ser humano como al medio ambiente, como es el caso del arroz dorado, para paliar el déficit de vitamina A en la alimentación, o el maíz BT, resistente a la principal plaga del cultivo sin necesidad de emplear plaguicidas. Como ya se ha visto, si se generan y controlan estas variedades de una manera responsable, lo que obtendremos son ventajas. Entonces… ¿por qué oponerse?

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