Por Patricia L. García Fernández
El chocolate, esa gran
perdición que debemos controlar; pero, ¿por qué? Se dice que produce acné,
engorda, causa diabetes… Sin embargo, también hemos oído que el chocolate tiene
efectos beneficiosos, como el prevenir enfermedades del corazón, accidentes
cerebrovasculares, bajar la tensión, etc. ¿Dónde reside entonces la clave para
cada uno de los efectos? ¿Qué es mito y qué es verdad? ¿Podemos obtener todos
los beneficios sin someter nuestro cuerpo a los riesgos? Y la respuesta es sí,
se puede, y ahora os contaré cómo.
El chocolate, como ya
sabréis, se obtiene del cacao, esa semilla que Willy Wonka entregaba a sus
Oompa Loompas. Pensábamos que tenía ese sabor dulce, delicioso e irresistible
tan característico del chocolate, pero cuán equivocados estábamos. Porque si probáis
una semilla, os encontraréis con un sabor áspero, amargo e incluso salado. Más
parecido, si lo pensamos, al sabor del chocolate negro puro. Y es que el
chocolate, cuando decimos que es negro es que no tiene leche y contiene al
menos un 50% de cacao. ¿Qué tiene entonces el chocolate que nosotros conocemos
más, el de nuestros dulces, bollos, bombones y un largo etcétera?
Pues puede tener muchos
condimentos adicionales. Para explicarlo distinguiré tres grandes grupos:
Chocolate negro, chocolate con leche y chocolate blanco. Cada uno de ellos
lleva una o más partes de la semilla de cacao, que tras procesarse se divide en
manteca de cacao y cacao. Aquí reside la clave del éxito. El cacao es el verdadero
responsable de todos los efectos beneficiosos del chocolate, ya que presenta
una elevadísima cantidad de
antioxidantes. Por el contrario, cuanto menos porcentaje de cacao presente
el chocolate, menos propiedades beneficiosas podremos encontrar en él.
Fotografía original de André Karwath
El
chocolate negro es, por tanto, el más saludable, ya que
presenta una mayor cantidad de cacao, rellenando el porcentaje que resta con
manteca de cacao y azúcar. El chocolate
con leche está formado hasta un 45%
por cacao, completando con manteca, azúcar y leche, por lo que sus beneficios
estarán considerablemente menguados. Por último, como ya podréis imaginar, el chocolate blanco no contiene cacao (0%).
Está enteramente formado por manteca de cacao, leche y azúcar, y es por tanto
el único chocolate que no presenta ninguna de sus propiedades beneficiosas.
Así que os invito a probar
una onza de chocolate negro al día y disfrutar de la experiencia. ¡Puede que
sus beneficios os sorprendan!