martes, 30 de mayo de 2017

Comer chocolate: Un placer históricamente saludable.

Por Sergio Navas Yuste



La bebida divina, que aumenta la resistencia y combate la fatiga. Una taza de esta preciosa bebida permite al hombre caminar durante un día entero sin comer.” - Hernán Cortés (1519).

Seguro que sabes que Cristóbal Colón fue quien descubrió el Nuevo Mundo. Incluso es posible que te suene que también descubrió el cacao en su cuarto viaje. Pero… ¿quién introdujo el denominado “alimento de los dioses” en Europa?
Pues fue, nada más y nada menos, un monje cisterciense llamado Fray Jerónimo de Aguilar, al servicio del conquistador Hernán Cortés. Este envió desde México unas semillas de cacao junto con la receta para preparar el chocolate al abad del Monasterio de Piedra, en Nuévalos (Zaragoza). En 1534, los monjes de este monasterio prepararon y disfrutaron por primera vez el chocolate a la taza, incorporándole azúcar, canela y vainilla.
  
Monjes de la Orden Cisterciense elaboran chocolate en la cocina del Monasterio de Piedra, 
en Nuévalos (Zaragoza). Imagen tomada del periódico ABC.


Pero dejemos el pasado a un lado y volvamos al presente. Imagínate que estás en el supermercado comprando chocolate y tienes delante de ti una amplísima variedad de marcas y tipos diferentes. ¿Son todos igual de saludables, o elegirías alguno en particular? Pues he de decirte que no todos los chocolates son iguales. El chocolate puede clasificarse en función de la cantidad de pasta de cacao que posee.


Si tiene más de un 50 % de pasta de cacao se le denomina chocolate negro. Si posee entre un 25 % y 50 % y, además, se le añade leche y azúcar se le denomina chocolate con leche. Si, por el contrario, no tiene nada de pasta de cacao, pero si tiene manteca de cacao (menos de un 25 %), leche y azúcar se le denomina chocolate blanco.
Además, como muchas veces habrás apreciado, cuanto mayor es el porcentaje de cacao más negro y amargo es el chocolate. Eso sí, menos calorías tiene y más saludable es. ¡Pero no te pases, eh! La dosis diaria recomendada es de 2 o 3 onzas como máximo.
¿Porque es recomendable comer chocolate negro? La respuesta está en el cacao. Éste posee unos componentes denominados polifenoles, que tienen propiedades beneficiosas para la salud; entre ellas, son antioxidantes que pueden disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Así que la próxima vez que vayas al supermercado, acuérdate de los beneficios del cacao que ya se conocían desde hace cientos de años, y elige un chocolate cuanto más negro mejor, siempre y cuando tu paladar te lo permita.

lunes, 29 de mayo de 2017

Las dietas milagro: ¿De verdad funcionan?

Por Pablo Iturbe Sanz

Estamos en primavera y eso significa que el verano está a la vuelta de la esquina. En esta época del año es cuando los gimnasios hacen su particular agosto. Avalanchas de personas que quieren tener un cuerpo digno de enseñar cuando se vayan de vacaciones a la playa se enrolan en los centros deportivos. Además, en los últimos años han tenido una gran repercusión las denominadas “dietas milagro”. Estos regímenes de comidas extremos nos prometen perder esos “kilitos de más“ en apenas unas semanas. Así, podremos lucir “tipín” cuando paseemos por la playa o cuando tomemos sol en la piscina de nuestra urbanización. Aunque esto parezca muy tentador, algunas veces no somos conscientes de los graves problemas de salud que pueden acarrear estas dietas. Cabe destacar, además, que no existen pruebas científicas que indiquen que estas dietas pueden ser una buena elección a la hora de perder peso.


Hay más de 60 tipos de dietas milagro y cada una tiene su propio método. Entre ellas están las dietas que se conocen como hipocalóricas desequilibradas. Estas se caracterizan por un bajo contenido de energía obtenido de un consumo de alimentos poco variado, que pueden derivar en carencias de determinados nutrientes. Muchas de estas dietas tienen nombre propio (para que puedan ser reconocidas más fácilmente y ser más populares). Una de estas dietas de contenido bajo en energía es la “Dieta Mayo”, que no tiene nada que ver con las clínicas de estética. Esta se caracteriza por ser muy baja en calorías (aporta unas 700) y por un elevado consumo de huevos (de 4 a 6 al día). Además, excluye la ingesta de productos lácteos.
Otro tipo de dietas son las llamadas disociativas, cuya principal teoría es que los alimentos no engordan por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. Así podemos comer lo que queramos, pero no en la misma comida. En este tipo de dietas podemos mencionar la llamada “Dieta Montignac”, que no permite la ingesta de hidratos de carbono y proteínas a la vez. Por esto, alimentos como la leche no tienen cabida.
Por último, podemos destacar las dietas excluyentes. Se basan esencialmente en eliminar de la dieta algún nutriente. Tenemos que tener en cuenta que los nutrientes se definen como aquellas sustancias que el organismo necesita y no puede sintetizar. Así pues, deben de ser aportados por la dieta y su carencia puede ocasionar una patología. Entre estas dietas excluyentes destaca la “Dieta Atkins”, caracterizada por ser una dieta cetogénica. Consiste en reducir al máximo el consumo de hidratos de carbono, pero sin marcar ninguna limitación sobre lípidos y proteínas.

Como ya se ha mencionado, estas dietas pueden tener graves efectos secundarios, tales como trastornos metabólicos, alteraciones gastrointestinales y alteraciones circulatorias. Agencias como la AESAN (Asociación Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) o el GREP-AEDN (Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas) las desaconsejan como métodos de adelgazamiento. Así, si de verdad queremos tener buena salud, tenemos que recurrir a los grandes tópicos: una dieta equilibrada y actividad física. Esto está muy visto, pero es lo que de verdad funciona.

Imagen tomada de http://www.chistes21.com/chiste/15289_nada-de-dietas

viernes, 26 de mayo de 2017

La paradoja de los gemelos de Einstein… ¿resuelta?

Por Irene Tomico

Para tratar de explicar su teoría de la relatividad, Einstein planteó la paradoja de los hermanos gemelos. Dicha paradoja consiste en mandar a uno de los hermanos al espacio, viajando a la velocidad de la luz, mientras que el otro hermano permanece en la Tierra. Su predicción fue que al acabar el viaje espacial, el hermano viajero descubriría que el otro había envejecido más que él. Pues bien, esta paradoja por fin ha ocurrido, gracias a la NASA y a dos hermanos gemelos idénticos, los astronautas Scott y Mark Kelly.

Imagen tomada de physicsforme.com

Scott Kelly ha pasado 340 días en la Estación Espacial Internacional (ha dado 5440 vueltas al planeta), acompañado por el astronauta ruso Mikhail Kornienko, mientras que su hermano Mark ha permanecido todo este tiempo en la Tierra. Los numerosos científicos encargados del análisis de los datos recogidos durante todo este tiempo pretenden estudiar el impacto fisiológico y psicológico que tiene en el cuerpo humano un viaje largo por el espacio. Scott regresó a la Tierra el 1 de marzo de 2016, por lo que los resultados obtenidos hasta ahora son solo preliminares, ya que se calcula que se tardará 6 años en analizar la enorme cantidad de datos recogidos. Estos primeros datos no resuelven la paradoja planteada por Einstein pero nos dan información muy interesante.
Parece ser que Scott volvió unos 5 centímetros más alto que su hermano, aunque, al poco tiempo de estar en la Tierra, su altura volvió a la inicial. Otro dato, aun más curioso y llamativo, es que los telómeros de sus cromosomas se han alargado. Los telómeros son estructuras que aparecen en los extremos de los cromosomas y se van acortando según nos vamos haciendo mayores, por lo que están estrechamente relacionados con el envejecimiento e, incluso, con enfermedades asociadas a este. Esto parece indicar que el viaje espacial ha rejuvenecido a Scott, aunque un análisis más exhaustivo debe llevarse a cabo al respecto. Otro aspecto llamativo es que Scott ha vuelto con mucho dolor muscular, debido a la pérdida de masa ósea y muscular sufrida por la falta de gravedad. Otro de los aspectos que se pretende analizar es el cambio en la microbiota intestinal en el espacio, puesto que puede determinar nuestra salud.
Estos son solo algunos de los efectos que se han descrito en el cuerpo de Scott hasta ahora, aunque tendremos que esperar 6 años para los datos definitivos. Estos resultados prometen ser muy interesantes y útiles de cara a que la especie humana realice largos viajes por el espacio o se establezca en otros planetas, aunque no resuelvan la paradoja de Einstein...

jueves, 25 de mayo de 2017

Más vale prevenir que curar.

Por Natalia Cuervo Iturrioz

El título de esta entrada es uno de los refranes más conocidos que, casualmente, viene perfecto para hablar de las vacunas.
Una vacuna es un medicamento preventivo que evita que una infección conlleve el desarrollo de una enfermedad. Algunas personas tienen miedo a vacunarse porque el principal ingrediente de su composición es el microorganismo, atenuado o muerto, o partes del mismo, pero el microorganismo en sí. Muchos creen que no son necesarias las vacunas, que podemos tener una vida sana sin ellas  pero, ¿es eso cierto? Continuamente estamos expuestos a posibles causantes de enfermedades infecciosas que entran en nuestro cuerpo y que son combatidos por nuestro Sistema Inmunitario pero, ¿es siempre nuestra inmunidad tan fuerte como para poder acabar con cualquier infección? ¿No necesita ninguna ayuda que la refuerce? Para eso están las vacunas, ya que a veces nuestra inmunidad no es capaz combatir las peores agresiones con suficiente rapidez. Cuando nos vacunamos contra alguna enfermedad, estamos introduciendo el agente infectivo en nuestro cuerpo que va a ser reconocido por nuestro Sistema Inmunitario. Como está “modificado”, no causará la infección propiamente dicha, sino que activará a los distintos soldados de nuestro ejército inmunitario para que lo reconozcan, lo destruyan y desarrollen memoria inmunológica. Esta memoria permitirá reforzar al Sistema Inmunitario de tal manera que, en siguientes exposiciones al microorganismo, sepamos cómo defendernos y evitemos la progresión de la enfermedad. Las vacunas se usan para ahorrarnos tener que padecer los síntomas de una dolencia ya que exponemos previamente a nuestro organismo a una forma inocua de la misma.
Otro aspecto importante de las vacunas, es que también pueden proteger frente al cáncer, ya que uno de cada seis tumores está causado por una infección. Por lo que no solo estás ayudando a tu organismo a ser más fuerte y no pasar por una enfermedad, sino que además puedes estás evitando la aparición de un cáncer causado por un agente infeccioso.


Es por esto que la vacunación es un asunto muy importante y que hay que seguir a rajatabla el calendario vacunal para mejorar nuestra calidad de vida. Aunque tengamos miedo a los pinchazos, aunque creamos que no son necesarias, aunque pensemos que no nos va a tocar a nosotros, puede pasar y nunca está de más prevenir antes que tener que curar. 

martes, 23 de mayo de 2017

Wallace conoció al rajá Brooke... ¡Igual que Sandokán!

Por Diego García

"Investigar es ver lo que todo el mundo ya ha visto y pensar lo que nadie ha pensado todavía." - Albert Szent-Györgyi

Alfred Russel Wallace descubrió al mismo tiempo que Charles Darwin, y de forma independiente, la teoría de la evolución. Y eso a pesar de que no se conocieron más que brevemente y nunca discutieron sus teorías. Aun así, llegaron a conclusiones muy parecidas. Pero… ¿conocías a Wallace?
Al igual que Darwin, Wallace también viajó mucho. Primero fue al Amazonas (1848-1852), donde la suerte no le sonrió. En el viaje de vuelta su barco naufragó. ¡Perdió todos los animales que transportaba y sus escritos! Luego, en 1854, viajó a Indonesia, Java, Bali, etc. por influencia del rajá de Borneo, James Brooke. Brooke, enemigo acérrimo de Sandokán, es descrito en el libro de Emilio Salgari como “el exterminador de piratas”.

Wikimedia commons. La Línea de Wallace que representa la división 
entre la fauna y flora asiáticas de las australasiáticas.

En Borneo, en 1858, durante uno de sus delirios por malaria recordó lo que había leído en un artículo de 1798 y tuvo una gran idea. La puso por escrito y se la envió a Lyell a través de Darwin ¡Esa idea era muy parecida a las de Darwin sobre la evolución! Vaya cara se le debió quedar a Darwin al ver que se le habían adelantado… Aun así, Darwin remitió la carta de Wallace a Lyell y también adjuntó un librito que él había escrito en 1844, pero que había mantenido en secreto. Ante el problema de qué publicar primero, Lyell y Hooker decidieron presentar los resultados a la vez pero, eso sí, pusieron el libro de Darwin por delante del artículo de Wallace.
Darwin llevaba 20 años escribiendo sus ideas sobre evolución, mientras que Wallace en “dos días” escribió una serie de ideas que envió a Darwin. Esto, como vimos en una entrada anterior, motivó a Darwin a terminar de escribir El origen de las especies. Sin Wallace, Darwin probablemente no habría publicado sus ideas cuando lo hizo (1859). ¡Quién sabe si incluso no las hubiera publicado nunca! …


Basado en la charla El origen del origen del Dr. Fernando Pardos Martínez.

lunes, 22 de mayo de 2017

Marie Bonaparte, la princesa anorgásmica.

Por Sergio Navas Yuste

Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso." - Isabel Allende

Érase una vez una princesa a la que llamaron Marie, sobrina-nieta del militar y gobernante francés Napoleón Bonaparte. Nació en 1882 y, como toda princesa, tuvo una vida de cuento. Al cumplir los 25 años se casó con el príncipe Jorge de Grecia en un matrimonio de conveniencia. Tras la boda se enteró de que al príncipe las mujeres le eran completamente indiferentes. Por lo tanto, buscó una larga serie de amantes con los que satisfacer su potente libido. Cuál fue su sorpresa cuando no pudo alcanzar el orgasmo durante ninguno de sus coitos, aunque si lo alcanzaba mediante la masturbación.

Marie Bonaparte. Imagen tomada de ovejanegra

La princesa no se dio por vencida y empezó a estudiar anatomía, fisiología y psicología con un gran entusiasmo, tratando de confirmar una de sus teorías. Para ello, entrevistó a 243 mujeres sobre su vida sexual, la calidad de sus orgasmos y la distribución anatómica de sus genitales. Marie clasificó a las mujeres en tres grupos, según la distancia entre su clítoris y vagina. En las paraclitorianas la distancia era menor a 2,5 cm (69% de las entrevistadas). Éstas  eran quienes tenían mayor frecuencia de orgasmos. Las teleclitorianas tenían el clítoris a más de 2,5 cm de la vagina (21%) y tenían dificultades para alcanzar el orgasmo. Por último, las mesoclitorianas (10%) se movían en el terreno intermedio al que Marie llamaba “el umbral de la frigidez”. Seguro que adivinas a que grupo pertenecía Marie.





Estructura del clítoris. Imagen tomada de medicacenterfem
 
En 1924 Marie publicó sus sorprendentes resultados en la revista científica Bruxelles-Médical, con el pseudónimo de A. E. Narjani. Concluyó que había una relación inversa entre la frecuencia de orgasmos durante el coito y la distancia del clítoris a la vagina. Hoy día sabemos que este es uno de los múltiples factores que contribuyen al orgasmo, junto con el estado anímico, el estrés, el grado de excitación, la compenetración con la pareja, la capacidad del amante... entre otros muchos.
Marie Bonaparte fue una pionera en sexología. Así lo reivindicó el investigador Alfred Kinsey. Incluso el descubrimiento del famoso punto G se lo debemos, en cierta manera, a la princesa. Su descubridor, Ernst Gräfenberg, siguió sus textos en busca de zonas erógenas en la pared frontal de la vagina. Sin embargo, quizás lo más curioso sea que en la actualidad los cirujanos plásticos que se especializan en reconstrucción vaginal fijan en exactamente 2,5 cm “la distancia armoniosa que debe haber entre el clítoris y la vagina”.

Bibliografía: Pere Estupinyà (2013). “S=EX2. La ciencia del sexo. Capítulo 2. Orgasmo según la distancia entre el clítoris y la vagina”. Páginas 66-71. Editorial Debate


domingo, 21 de mayo de 2017

El susto de Darwin.

Por Diego García

“En lo tocante a la ciencia, la autoridad de un millar no es superior al humilde razonamiento de una sola persona.” – Galileo Galilei

Hablemos de Charles Darwin. Le conoces, ¿no? Seguramente te suene por la teoría de la evolución, o por su libro El origen de la especies. Probablemente sepas de sus estudios con los pinzones o de su viaje en el barco Beagle. Pero… ¿qué más sabes de él? Déjame que te cuente.
Tras el viaje con el Beagle, en Londres en 1836, Darwin ya tenía cierto prestigio entre los científicos por la cantidad de animales que enviaba. Allí escribió algunos artículos y entabló amistad con Charles Lyell y Joseph Dalton Hooker. En 1838 leyó un artículo de 1798 que decía que las poblaciones se mantienen estables y que solo los más fuertes sobreviven. Darwin, pensando, concluyó que no son los más fuertes los que sobreviven, sino los que hacen las cosas mejor: el que más corre, el que se camufla mejor, etc. Sin embargo, hasta 1844 no acabó de escribir un libro, que tituló Ensayo, en el que presentaba algunas de las ideas que luego desarrolló en El origen de las especies. Pero no lo publica, ¡lo guarda!
En 1858, recibió de Alfred Russel Wallace  una carta y un artículo. En él, Wallace “pisaba” las ideas que había escrito en su Ensayo… Después de 20 años de trabajo ¡se le iban a adelantar! Aun así, Darwin remitió el artículo a Lyell, como pedía Wallace, pero también mandó su Ensayo. Al mismo tiempo, Darwin se apartó de la vida social porque dos de sus hijos enfermaron gravemente. De hecho, el menor acabó muriendo.
Ante la inactividad de Darwin, sus amigos Lyell y Hooker decidieron exponer los resultados de ambos, eso sí, mostrando el libro de Darwin primero, respetando el orden en el que se había escrito pero sin quitar mérito a Wallace. 


Wikimedia commons. Ambas caras de la medalla entregada a Wallace en 1908 en la Sociedad Linneana por la celebración del 50 aniversario de la presentación de los artículos de Darwin y Wallace sobre selección natural. Arriba se muestra a Darwin y abajo, a Wallace.

Después de ese susto, ahora sí, Darwin escribió en apenas unos meses El origen de las especies.

Basado en la charla El origen del origen del Dr. Fernando Pardos Martínez.

viernes, 19 de mayo de 2017

Cacao: "El alimento de los dioses".

Por Pablo Iturbe Sanz

Puede parecer un titulo cuya única función es llamar la atención, pero el cacao podría ser verdaderamente un alimento digno de los dioses. Ya se dieron cuenta de esto primero los mayas y después los aztecas, por las beneficiosas aplicaciones en salud que les ofrecía. De hecho, los médicos de estas dos civilizaciones lo utilizaban como relajante y reconstituyente. 


Con el descubrimiento del nuevo mundo, el cacao fue exportado a Europa y allí tuvo una gran repercusión en cuanto a la alimentación. No nos olvidemos que es el ingrediente principal de uno de los dulces más codiciados hoy en día: el chocolate. Otra pista que nos da el cacao acerca de su carácter beneficioso es su nombre científico, dado por Linneo, Theobroma cacao, cuya significado es, precisamente, “el alimento de los dioses”.


Entonces, ¿cuál es el secreto del cacao, y por qué es tan beneficioso para nuestra salud? Dicho secreto reside en unos compuestos que son muy abundantes en esta semilla: los polifenoles; más concretamente los flavonoles. Estos compuestos funcionan como antioxidantes naturales que, en los últimos años, han tenido una repercusión enorme en el campo de la salud. Se les han atribuido efectos beneficiosos frente al desarrollo de diversas enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, asociadas a un aumento de los procesos de oxidación celular, conocidos como estrés oxidativo. Se han realizado diversos estudios sobre estos efectos.
 En el 2014, un grupo de científicos de la Universidad de Columbia descubrió que, al ingerir chocolate, una zona muy concreta de nuestro cerebro, asociada al declive de la memoria con la edad, experimentaba una mayor vascularización. Esto quiere decir que recibía un mayor aporte sanguíneo y, por lo tanto, más nutrientes. Además, registraba más actividad metabólica, lo que significa una mayor predisposición al proceso de memorización. Por otro lado, científicos del Instituto Nacional de Salud y Medioambiente holandés observaron que, a largo plazo, las personas con una ingesta diaria de unos 4,5 gramos de chocolate negro (lo que equivale a una onza) tenían una tensión arterial menor en comparación con quienes tomaban menos cacao.


Debido a esto, lo primero que se nos ocurre es ir corriendo a nuestra despensa de casa y acabar con todas las existencias de chocolate, para así mejorar nuestra salud. Eso sin contar el placer que nos supondría. Pero, ¡ay amigos!, no todo es así de bonito. Según diversos estudios, el chocolate puede ser beneficioso cuando posee a partir de un 60-70 % de cacao; además, no se debe tomar más de 15-20 gramos al día. Así, podríamos decir que el chocolate es un plus para nuestra salud, pero en su justa medida, ¡como la mayoría de las cosas!

miércoles, 17 de mayo de 2017

¿Cómo puede el ADN encontrar a Cervantes?

Por Adrián Merino Salomón

Cervantes es el escritor español más conocido de la historia y uno de los mayores símbolos de la cultura Española. Sin embargo, aún son muchas las incógnitas alrededor de su vida e historia familiar. Su cuerpo, que fue enterrado en algún lugar de la iglesia de las Trinitarias en Madrid, no ha sido aún localizado debido a unas antiguas reformas en la misma.


Encontrar sus restos podría ayudarnos a desvelar información acerca de su pasado y su origen, gracias a las técnicas genéticas en desarrollo. Actualmente se está llevando a cabo una excavación para encontrarlos, pero ¿cómo podremos determinar si son suyos o no? Probablemente la única herramienta que pueda asegurarlo con exactitud sea el análisis de su ADN, gracias a una técnica muy similar a un test de paternidad.
El ADN es el material genético que poseen todas las células de nuestro cuerpo y es heredado a básicamente partes iguales a partir de nuestros padres. Sin embargo, existe parte del mismo que se hereda únicamente de cada uno de los progenitores. Este es el caso del cromosoma sexual Y, que en todos los varones es heredado a partir del padre, ya que la madre no lo posee, al ser las hembras XX. También es el caso del ADN mitocondrial, heredado siempre de la línea materna. Estas dos singularidades permiten determinar el parentesco entre familiares, ya que todos los hijos varones de una pareja tendrán el mismo cromosoma Y que el padre y que el abuelo paterno, mientras que todos los descendientes tendrán el mismo ADN mitocondrial que su madre y que su abuela materna. Mediante el análisis por comparación de marcadores variables únicos en estas regiones, es posible determinar el parentesco, por lo que, esta técnica es comúnmente utilizada en los test de paternidad o en medicina forense.

Fuente de la imagen: http://www.genealogiahispana.com/adn/el-adn-y-nuestra-genealogia-ii-aplicacion-practica/

Como hemos visto, obteniendo el ADN de posibles restos, podemos analizar estas dos regiones y compararlas con las de los familiares de Cervantes enterrados en lugares conocidos, determinando si existe parentesco.  Así, es solo cuestión de tiempo encontrar a Cervantes y desvelar algunos secretos que aún existen sobre su figura, aunque aún queda mucho trabajo por delante.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Neuronas espejo y comportamiento social.

Por Irene Aranda Pardos

Desde hace ya varios años, se ha estudiado lo que se conoce como neuronas espejo (mirror neurons) a nivel fisiológico, pero también a nivel de cómo pueden afectar a nuestras acciones y a nuestro comportamiento social. Descubiertas en macacos por el equipo de Giacomo Rizzolatti en 1996, las neuronas espejo son unas células neuronales capaces de activarse no solo cuando realizamos ciertos movimientos, sino también cuando vemos a otros hacerlos, permitiendo explicar el porqué de algunos comportamientos sociales y humanos.


¿Nunca os habéis preguntado por qué tenemos la capacidad de imitar lo que otros hacen? Desde que tenemos tan solo unos días de vida, somos capaces de imitar algunos movimientos, tan simples como sacar la lengua, cuando lo vemos en otras personas, y así crecemos imitando aquellos comportamientos que nos rodean día a día.


Pero parece que esto no se queda solo en el nivel superficial (movimientos, acciones, hábitos) sino que también se extendería al hecho de sentir lo que otros sienten, de empatizar. Ejemplo de ellos son las ganas de reír al ver a otro hacerlo, el sentimiento de dolor al ver a alguien herido, o el hecho de sentir lo que siente, por ejemplo, el personaje del libro que estamos leyendo. Por tanto, nos salimos en este caso del ámbito estrictamente fisiológico y entraríamos en el emocional, mucho más difícil de comprender y, por lo tanto, de estudiar.
Son muchas las investigaciones que se están realizando al respecto, ya que el descubrimiento de estas neuronas llevó al planteamiento de nuevas preguntas acerca de cómo funcionan, cómo pueden captar la intencionalidad del otro, y no solo los movimientos; y si podrían estar involucradas, en caso de daño, en enfermedades con fuertes consecuencias sociales como el autismo. Algunos de estos estudios sugieren que algunas de las funciones alteradas en el autismo, podrían estar efectuadas por estas neuronas, lo que se pudo comprobar al ver que el SNE (Sistema de Neuronas en Espejo) no se activaba correctamente (no había datos electroencefalográficos) a ver a otras personas realizar actos motores. De esta manera, el estudio de este sistema podría ayudar a entender mejor este tipo de trastornos y hacer más fácil la búsqueda de tratamientos.


Se trata sin duda de un interesante campo de estudio para comprender mejor algunos aspectos de nuestra sociedad, ya que ciertos patrones y comportamientos son imitados por todos nosotros día tras día, sea cual sea su finalidad. A fin de cuentas, ¿a quién no le han “pegado” un bostezo? O, ¿a quién no le han dicho alguna vez que anda como su padre o que tiene los mismos gestos que su madre?