lunes, 22 de mayo de 2017

Marie Bonaparte, la princesa anorgásmica.

Por Sergio Navas Yuste

Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso." - Isabel Allende

Érase una vez una princesa a la que llamaron Marie, sobrina-nieta del militar y gobernante francés Napoleón Bonaparte. Nació en 1882 y, como toda princesa, tuvo una vida de cuento. Al cumplir los 25 años se casó con el príncipe Jorge de Grecia en un matrimonio de conveniencia. Tras la boda se enteró de que al príncipe las mujeres le eran completamente indiferentes. Por lo tanto, buscó una larga serie de amantes con los que satisfacer su potente libido. Cuál fue su sorpresa cuando no pudo alcanzar el orgasmo durante ninguno de sus coitos, aunque si lo alcanzaba mediante la masturbación.

Marie Bonaparte. Imagen tomada de ovejanegra

La princesa no se dio por vencida y empezó a estudiar anatomía, fisiología y psicología con un gran entusiasmo, tratando de confirmar una de sus teorías. Para ello, entrevistó a 243 mujeres sobre su vida sexual, la calidad de sus orgasmos y la distribución anatómica de sus genitales. Marie clasificó a las mujeres en tres grupos, según la distancia entre su clítoris y vagina. En las paraclitorianas la distancia era menor a 2,5 cm (69% de las entrevistadas). Éstas  eran quienes tenían mayor frecuencia de orgasmos. Las teleclitorianas tenían el clítoris a más de 2,5 cm de la vagina (21%) y tenían dificultades para alcanzar el orgasmo. Por último, las mesoclitorianas (10%) se movían en el terreno intermedio al que Marie llamaba “el umbral de la frigidez”. Seguro que adivinas a que grupo pertenecía Marie.





Estructura del clítoris. Imagen tomada de medicacenterfem
 
En 1924 Marie publicó sus sorprendentes resultados en la revista científica Bruxelles-Médical, con el pseudónimo de A. E. Narjani. Concluyó que había una relación inversa entre la frecuencia de orgasmos durante el coito y la distancia del clítoris a la vagina. Hoy día sabemos que este es uno de los múltiples factores que contribuyen al orgasmo, junto con el estado anímico, el estrés, el grado de excitación, la compenetración con la pareja, la capacidad del amante... entre otros muchos.
Marie Bonaparte fue una pionera en sexología. Así lo reivindicó el investigador Alfred Kinsey. Incluso el descubrimiento del famoso punto G se lo debemos, en cierta manera, a la princesa. Su descubridor, Ernst Gräfenberg, siguió sus textos en busca de zonas erógenas en la pared frontal de la vagina. Sin embargo, quizás lo más curioso sea que en la actualidad los cirujanos plásticos que se especializan en reconstrucción vaginal fijan en exactamente 2,5 cm “la distancia armoniosa que debe haber entre el clítoris y la vagina”.

Bibliografía: Pere Estupinyà (2013). “S=EX2. La ciencia del sexo. Capítulo 2. Orgasmo según la distancia entre el clítoris y la vagina”. Páginas 66-71. Editorial Debate


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