Por Irene Tomico
Para tratar de explicar su
teoría de la relatividad, Einstein planteó la paradoja de los hermanos gemelos.
Dicha paradoja consiste en mandar a uno de los hermanos al espacio, viajando a
la velocidad de la luz, mientras que el otro hermano permanece en la Tierra. Su
predicción fue que al acabar el viaje espacial, el hermano viajero descubriría
que el otro había envejecido más que él. Pues bien, esta paradoja por fin ha
ocurrido, gracias a la NASA y a dos hermanos gemelos idénticos, los astronautas
Scott y Mark Kelly.
Imagen tomada de physicsforme.com
Scott Kelly ha pasado 340
días en la Estación Espacial Internacional (ha dado 5440 vueltas al planeta),
acompañado por el astronauta ruso Mikhail Kornienko, mientras que su hermano Mark ha
permanecido todo este tiempo en la Tierra. Los numerosos científicos encargados
del análisis de los datos recogidos durante todo este tiempo pretenden estudiar
el impacto fisiológico y psicológico que tiene en el cuerpo humano un viaje
largo por el espacio. Scott regresó a la Tierra el 1 de marzo de 2016, por lo
que los resultados obtenidos hasta ahora son solo preliminares, ya que se
calcula que se tardará 6 años en analizar la enorme cantidad de datos
recogidos. Estos primeros datos no resuelven la paradoja planteada por Einstein
pero nos dan información muy interesante.
Parece ser que Scott volvió unos 5 centímetros más alto que
su hermano, aunque, al poco tiempo de estar en la Tierra, su altura volvió a la
inicial. Otro dato, aun más curioso y llamativo, es que los telómeros de sus
cromosomas se han alargado. Los telómeros son estructuras que aparecen en los
extremos de los cromosomas y se van acortando según nos vamos haciendo mayores,
por lo que están estrechamente relacionados con el envejecimiento e, incluso,
con enfermedades asociadas a este. Esto parece indicar que el viaje espacial ha
rejuvenecido a Scott, aunque un análisis más exhaustivo debe llevarse a cabo al
respecto. Otro aspecto llamativo es que Scott ha vuelto con mucho dolor
muscular, debido a la pérdida de masa ósea y muscular sufrida por la falta de gravedad.
Otro de los aspectos que se pretende analizar es el cambio en la microbiota
intestinal en el espacio, puesto que puede determinar nuestra salud.
Estos son solo algunos de los efectos que se han descrito en
el cuerpo de Scott hasta ahora, aunque tendremos que esperar 6 años para los
datos definitivos. Estos resultados prometen ser muy interesantes y útiles de
cara a que la especie humana realice largos viajes por el espacio o se
establezca en otros planetas, aunque no resuelvan la paradoja de Einstein...
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