martes, 10 de octubre de 2017

"Les petites Curies", salvando vidas con rayos X.

Por Sergio Navas Yuste

La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones.” - Marie Curie


Seguro que sabes Marie Curie descubrió los elementos químicos denominados polonio y radio, ayudó al descubrimiento de la radiactividad y fue la primera persona de la historia en ganar dos Premios Nobel. Sin embargo, ¿sabes qué gracias a su labor y a la de un científico español se salvaron infinidad de vidas en la Primera Guerra Mundial? Déjame que te cuente esta historia.
Para ello retrocedamos un siglo atrás. Corre el año 1909, una época en la que los aparatos de rayos X son caros y enormes; pesan unos 400 kg. Mónico Sánchez, un joven inventor de Piedrabuena (Ciudad Real) ficha por la Van Houten and Ten Broeck Company, una empresa de Nueva York dedicada a la aplicación de la electricidad en los hospitales.
Nuestro inventor apuesta por desarrollar un transformador que en vez de usar frecuencias de 50 Hz las utilice de 7MHz ¡140 veces más! Con esto consigue utilizar tan poca cantidad de hierro en el transformador que reduce su peso a tan solo unos 8 kg, del tamaño de una simple maleta. El invento es denominado coloquialmente como el aparato portátil de rayos X.






Aparato portátil de rayos X (arriba) y Mónico Sánchez (abajo). Imágenes tomadas de franciscojaviertostado y spainillustrated respectivamente.
 

Ahora demos un salto en el globo y avancemos unos pocos años. Es 4 de agosto de 1914, el fatídico día en que el ejército alemán avanza sobre Bélgica y Francia; los heridos se cuentan por miles. Marie ve cómo su laboratorio se paraliza ante la llegada de la guerra a París; desea ayudar a su país de adopción, se niega a quedarse con los brazos cruzados y piensa en un plan.
Ella sabe de la existencia de unos aparatos portátiles de rayos X y solicita a su gobierno la compra de varios de ellos. Éste, reticente, finalmente cede tras ser nombrada Doctora en Radiología y se importan desde España 60 unidades de estos aparatos.
Tras su llegada a la capital francesa se montan 20 ambulancias de campaña con los aparatos, siendo las primeras unidades móviles de rayos X de la historia. Su misión principal es facilitar la labor del cirujano determinando la ubicación de las balas y la gravedad de las fracturas ocasionadas por la metralla. Son denominadas les petites Curies. Dentro de cada una se encuentra al menos uno de los aparatos de Mónico Sánchez. El aparato se puede enchufar a la red eléctrica, pero trabaja también con batería y se pone en funcionamiento en menos de 5 minutos. Es una auténtica revolución dentro de las aplicaciones de la electricidad en medicina.






Unidad móvil de rayos X (arriba) y Marie Curie (abajo). 
Imágenes tomadas de culturacolectiva


En septiembre de ese mismo año se libra la batalla del Marne, donde Marie, acompañada de su hija Irene de 17 años, acude a atender a los soldados en una petit Curie. Tras el éxito de estas ambulancias, se instruyen a más de 150 mujeres en radiología y se recaudan fondos para equipar más de 200 estaciones de rayos X.
Para cuando se firmó el armisticio en 1918, se habían atendido a más de un millón de soldados franceses en estas ambulancias y se habían salvado miles de vidas. A pesar de ello, el gobierno francés nunca reconoció la labor humanitaria de Marie Curie.

Bibliografía adicional:

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