Por Sergio Navas Yuste
“La mejor vida no es la más larga, sino
la más rica en buenas acciones.” - Marie Curie
Seguro que sabes Marie
Curie descubrió los elementos químicos denominados polonio y radio, ayudó al descubrimiento
de la radiactividad y fue la primera persona de la historia en ganar dos
Premios Nobel. Sin embargo, ¿sabes qué gracias a su labor y a la de un
científico español se salvaron infinidad de vidas en la Primera Guerra Mundial?
Déjame que te cuente esta historia.
Para ello retrocedamos un
siglo atrás. Corre el año 1909, una
época en la que los aparatos de rayos X son caros y enormes; pesan unos 400 kg. Mónico Sánchez, un joven inventor de Piedrabuena
(Ciudad Real) ficha por la Van
Houten and Ten Broeck Company, una empresa de Nueva York dedicada a la
aplicación de la electricidad en los hospitales.
Nuestro inventor apuesta por desarrollar un
transformador que en vez de usar frecuencias de 50 Hz las utilice de 7MHz ¡140
veces más! Con esto consigue utilizar tan poca cantidad de hierro en el
transformador que reduce su peso a tan solo unos 8 kg, del tamaño de una simple
maleta. El invento es denominado coloquialmente como el aparato portátil de
rayos X.
Aparato portátil de rayos X
(arriba) y Mónico Sánchez (abajo). Imágenes tomadas de franciscojaviertostado y spainillustrated respectivamente.
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Ahora demos un salto en el globo y avancemos
unos pocos años. Es 4 de agosto de 1914, el fatídico día en que el ejército
alemán avanza sobre Bélgica y Francia; los heridos se cuentan por miles. Marie ve cómo su
laboratorio se paraliza ante la llegada de la guerra a París; desea ayudar
a su país
de adopción, se niega a quedarse con los brazos cruzados y
piensa en un plan.
Ella sabe de la existencia de unos aparatos
portátiles de rayos X y solicita a su gobierno la compra de varios de ellos. Éste,
reticente, finalmente cede tras ser nombrada Doctora en Radiología y se
importan desde España 60 unidades de estos aparatos.
Tras su llegada a la capital francesa se montan
20 ambulancias de campaña con los aparatos, siendo las primeras unidades
móviles de rayos X de la historia. Su misión principal es facilitar la labor
del cirujano determinando la ubicación de las balas y la gravedad de las
fracturas ocasionadas por la metralla. Son denominadas les petites Curies. Dentro
de cada una se encuentra al menos uno de los aparatos de Mónico Sánchez. El aparato se
puede enchufar a la red eléctrica,
pero trabaja también
con batería y se pone en funcionamiento en
menos de 5 minutos. Es una auténtica revolución dentro de las
aplicaciones de la electricidad en medicina.
Unidad móvil de rayos X
(arriba) y Marie Curie (abajo).
Imágenes tomadas de culturacolectiva
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En septiembre de ese mismo año se libra la
batalla del Marne, donde Marie,
acompañada de su hija Irene de 17 años, acude a atender a los soldados en una petit
Curie. Tras el éxito de estas ambulancias, se instruyen a más
de 150 mujeres en radiología y se recaudan fondos para equipar más de 200
estaciones de rayos X.
Para cuando se firmó el
armisticio en 1918, se habían atendido a más de un millón de soldados franceses
en estas ambulancias y se habían salvado miles de vidas. A pesar de ello, el
gobierno francés nunca reconoció la labor humanitaria de Marie Curie.
Bibliografía adicional:
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